Hice el viaje a Houston con los nervios de punta. Al menor
amago de turbulencia, yo estaba segura de que había un terrorista en la cabina,
amenazando a los pilotos para que le clavaran el pico de la nave a algún punto
del Triángulo de las Bermudas.
No tomé líquidos ni medicamentos para evadir su efecto
diurético, y así, evitar ir al baño 3 veces en un periodo de 4 horas -al hombro de
mi esposo- como es usual, especialmente después de la fractura de mi clavícula.
Fui al baño del avión una vez… [al hombro, al de los pasajeros de "primera
clase", pilotos y tripulación], mientras yo intentaba orinar y controlar los sustos de un vuelo turbulento, un sobrecargo tapó con una frisa la
escena que todos imaginaban por mis gemidos de dolor.
Todo esto, con mi esposo medio/dentro del minúsculo espacio que se atreven a rotular con los dos símbolos de nene y nena y el signo de "wheelchair accesible" que deben tener los servicios sanitarios dignos.
Y no me quejo mas, porque pude ejecutar el Plan de Eliminación de Desperdicios Líquidos efectivamente...
Todo esto, con mi esposo medio/dentro del minúsculo espacio que se atreven a rotular con los dos símbolos de nene y nena y el signo de "wheelchair accesible" que deben tener los servicios sanitarios dignos.
Y no me quejo mas, porque pude ejecutar el Plan de Eliminación de Desperdicios Líquidos efectivamente...
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