Te voy a apretar el envase hasta que te duela cada átomo de plástico. Voy a liquidarte. Voy a usar cada gotita de tu líquido. O sea, te voy a agotar gota a gota.
Sí. Admito que te adquirí a sobreprecio. Ahora te mando por el drenaje sin chispa de pena. Se me sigue cayendo el pelo, pero ni me importa. Eliminarte del tablillero de la ducha será un placer.
Nexus, dear, te parecerá un acto catársico. Míralo de esta forma: es parte de mi trayecto hacia la Ruta de la Libertad. Estoy segura que a mediados de abril me van a decir que ya no habrá tumor que monitorear... ni que comprar a sobreprecio un champú alegadamente medica'o.
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